domingo, 8 de octubre de 2017

Sumario y comentarios sobre "Corpografías: dar la palabra al cuerpo".

Planella, J. (2006). Corpografías: dar la palabra al cuerpo. Artnodes [En línea], Nº 6. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2277278.pdf

Este artículo revisa algunas de las miradas sobre el cuerpo en la ciencia, dejándolas discutir a partir de la teoría y desde la palabra del cuerpo. De tal forma, se constituye como un aporte teórico bibliográfico para la investigación etnográfica y para el conocimiento en sí mismo, es así como en pocas páginas se podrá conocer a los principales autores y teorías relacionadas al cuerpo. De alguna forma servirá de resumen teórico o puerta de entrada a una mayor profundización teórica particular. A modo personal, debo decir que a ratos parecía tedioso, al hablar de tanta teoría y estar escrito con letra pequeña y en dos columnas por páginas, lo que es un horror para una lectura no así para otras cosas, pero este letargo es rápidamente superado cuando apareció Bataille con su apreciación por la monstruosidad y  Fouclaut con el poder, en la escena.

En un principio, nos habla de dos disciplinas totalmente distintas pero que se encontrarían unidad en un cuerpo, como es el caso del primer apartado del texto, que hace alusión a la poesía y el boxeo de la mano de Arthur Cravan que fue un poeta y boxeador. Posteriormente, se continúa con un más que breve relato del cuerpo en la historia y en los distintos discursos socio-históricos, donde destaca el dualismo cartesiano de “cuerpo” y “alma” como cosas distintas. Se llega a la importante conclusión de que el cuerpo debe ser estudiado de manera multidisciplinar.

El investigador se adentra en una revisión del cuerpo en las ciencias sociales, repasando una serie de autores, al menos, de manera nominal, como: Turner, Le Breton, Baudrillard, Foucault, Bourdieu, Goffman, entre otros. De estos, quien trabajaría centralmente con el cuerpo sería Turner, hablándonos desde El cuerpo y la sociedad (1989). Turner desarrollará un discurso principalmente, contra la interpretación biologicista del cuerpo. Otro que trabajaría intensamente sobre el cuerpo es Le Breton quien se centra en el cuerpo como <materia inacabada>.

El tercer punto sobre el cual se trabaja es De-Formidades corporales: el cuerpo como construcción entarted. Posando la mirada esta vez sobre Nietzsche, quien desde la mirada del autor sería uno de los principales pensadores que reivindica el estatus positivo del cuerpo y no en desigualdad en relación al alma, así se dice que el cuerpo y el espíritu son una unidad plural en Nietzsche. Bajo esta misma mirada el cuerpo es instintos y pulsiones. Continuamos con Bataille, sobre el cual queda decir que el cuerpo enfermo o deforme marca su obra, no como algo positivo, sino más bien como la peor de las posibilidades (17). Llegamos a Foucault para el cual el cuerpo está íntimamente relacionado con el poder, siendo uno de los lugares donde el poder ejerce su dominación, de tal forma se empieza a hablar de la biopolítica, por medio de la cual los gobiernos se ocuparan de la salud, sexualidad, natalidad entre otros; de esta  forma, la biopolítica se centra en el estudio de las formas de gestión de la vida que buscan enderezar y vigilar a los individuos a través de grandes problemas (p. 17).  Bajo la mirada de Fouclaut existen dos formas de control corporal, las disciplinas y las regulaciones, las cuales tendrían su máxima expresión en lugares que aspiran al máximo control de las personas, como psiquiátricos, cárceles, escuelas entre otros, de ahí deviene el interés del pensador por estas instituciones. Siendo esta, una de las aristas de la obra de Fouclaut, pues también se encuentran sus trabajos sobre la sexualidad y la medicina. Se nos menciona que una de las importancias de su legado es respecto del cuerpo como lugar de resistencia al poder.

El cuarto apartado del texto nos habla de Cuerpos torcidos: usos del cuerpo en la teoría queer. Sobre la teoría queer se nos dice que esta trataría sobre deconstruir aquellas construcciones sociales que imponen patrones corporales dados en un subrepticio ideal heteronormativo que excluye a quienes son diferentes. Más claro aún queda con la propuesta queer que es esencialmente, repensar todos los ejercicios posibles de construcción/constitución de cuerpos estandarizados y normativizados (p. 18). Jordi Planella, sitúa a la teoría queer dentro de las más radicales puesto que propone claramente transgredir y deconstruir los patrones corporales definidos (Aquí debemos situarnos en que el artículo está escrito en el año 2006).

También se nos habla de las construcciones que hacemos con los cuerpos de otras personas, de cómo intelectualizamos ciertas situaciones que luego hipercorporalizamos, de cómo excluimos más cuerpo que mente, cuerpos envejecidos, cuerpos grotescos y maltratados, cuerpos violentados y abusados, cuerpos paralizados, cuerpos narcotizados, cuerpos mestizos, cuerpos monstruosos, cuerpos al límite de la frontera. Olvidándonos de su dimensión más amplia, la persona en su totalidad. Esta hipercorporalización responde a principios de sujeción y cuyo resultado (el de la hipercorporalización) es la alta estigmatización. Básicamente, el cuerpo de otro ha pasado a ser espacio de poder y espacio de los estigmas sociales sobre el cuerpo.

Por último, el quinto apartado se titula Re-pensar el cuerpo en las sociedades complejas. Aquí se nos habla de las conexiones entre cuerpo y tecnología, del controvertido papel del cuerpo en esta era de la digitalización tecnológica. Controvertido, en primer lugar por la inexistencia del cuerpo en la dimensión virtual. Para algunos autores esta era de la digitalización y de la tecnología es una era que busca pasar a un nuevo estado donde los límites corporales ya no existan, siendo un vestigio arqueológico el cuerpo. El cuerpo en la cibersociedad se organiza según las siguientes categorías: transhumanismo, hiperhumanismo y posthumanismo. Se nos habla también, de cierto dualismo virtual trabajado principalmente por Moravec. Desde Le Breton, existe una supresión del cuerpo en el ciberespacio, donde el cuerpo de algunas personas con “discapacidades” pueden “navegar” sin chocar con barreras arquitectónicas, culturales o sociales que les priven de ser considerados sujetos de pleno derecho (p. 20).

Para terminar, se cierra haciendo alusión a la poesía y el boxeo elemento con el cual comienza el artículo, sumado a algunas posturas personales del autor sobre la importancia del cuerpo que ya se encuentra inserto en el mundo de las ciencias sociales, donde se debe trabajar con la mayor apertura posible.

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