Catro, J. &
Farina, C. (2014). Hacia un cuerpo de la experiencia en la educación corporal. Revista Brasileira de ciencias do esporte [en línea], Nº 2. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=401339565012
Este texto, a pesar de su densidad teórica la cual a veces pareciera del
todo tediosa y a ratos confusa, es de mucha
utilidad principalmente, porque transita por diversos autores, muchos
practicantes de la etnografía y otros tantos que pertenecen a la literatura académica
clásica, los cuales deben ser integrados en un trabajo futuro y, por ende,
ameritan una revisión . Es por lo anterior, que al momento de realizar una discusión
teórica o bibliográfica, que este artículo se vuelve tremendamente interesante
y útil, puesto que, además todo se encuentra compactado en pocas páginas. A
modo práctico, se relaciona con el
trabajo investigativo al plantear cuerpos en potencia, cuerpos en conexión con
el ambiente y con otros cuerpos, cuerpos influenciables y transformables, todas
ideas muy aplicables a las danzas y juegos, debido al trabajo en equipo por el
cual se realizan las actividades corpóreas en el escultismo.
Hacia un cuerpo de la experiencia en la educación corporal (2014) es un artículo
de corte bibliográfico, por ende en el se revisa ampliamente la teoría, puntos
y contrapuntos de esta. Cuando los autores hablan de cuerpo de la experiencia piensan
en (…) lo que puede un cuerpo y a través
de lo que puede el poder con ello (p.180), es decir, de la potencia creativa del cuerpo. A su vez,
cuerpo de la experiencia se trata del sentir del cuerpo en la experiencia del
contacto con la realidad y sus componente. En la descripción de este proceso
los autores ocupan a Clarice Lispector (2010) en su descripción realizada en Agua viva. Es esta idea de cuerpo la que
se trata de llevar al espectro de la Educación Corporal. Desde el sentir del
cuerpo en la experiencia, se vuelve importante la noción de cuerpo encarnado,
los autores dirán: Quien percibe es un
sujeto hecho carne con el mundo, un ser-en-el-mundo (p. 180). Cuando dicen
carne, se refieren a un cuerpo que siente, que es sensible al mundo y que no se
puede desconectarse de este. En este caso ocupan la definición de Merleau-Ponty
(1993).
Ahora, desde Nietzsche (…) la
experiencia encarnada es el movimiento, desde el cual el cuerpo manifiesta su
potencia transformadora del mundo y de sí mismo (p. 180) Que es básicamente
a lo que estamos aludiendo anteriormente, sólo que esta vez se suma un nuevo
concepto importante para continuar con el desarrollo del artículo, En el cuerpo residiría una voluntad de poder
(p.180). Poder con el cual interactuamos con el mundo y, esta vez las teorías
se conectan, donde dicho poder es creación. Hasta el momento estamos hablando de
experiencia perceptiva y práctica, lo que es trabajado por Citro (2006) quien
trabaja con la etnografía; Dando paso a la potencia activa y transformadora.
Se prosigue en el paper con la experiencia encarnada, sobre la crítica al
paradigma textualista y representacional, citando a autores como Bourdieu en lo
referido al habitus. Aquí nuevamente,
se hace alusión a trabajos etnográficos como los realizados por Jackson (2010)
en la aldea Kuranko de Sierra Leona. Otro concepto sobre el cual se hace hincapié
es embodiment (Csordas, 1999), el
cual hace caso a el entrecruzamiento entre cultura, sujeto en la condición
corporal existencial.
Posteriormente, se continúa con la producción de subjetividad y el
paradigma estético. Aquí se habla sobre la tercera tensión del paradigma
cartesiano del cuerpo (Descartes, sustancia pensante y sustancia extensa, “cuerpo”
y “alma”), y las propuestas de los franceses Deleuze, la subjetivación como
proceso intensivo, Guattari, la producción de subjetividad son semiológicos
significantes como a-significantes y Foucault, la subjetividad conectada a cómo
se construye el sujeto. Queda decir
que, cuando se habla del paradigma estético se recae en las prácticas
generadoras de heterogeneidad y complejidad.
Sobre las potencialidades de un cuerpo de la experiencia en la educación
corporal, esta es una compleja multiplicidad constitutiva en la relación de
tensión que se sustenta en la teoría anteriormente planteada. Esta noción de
cuerpo de la experiencia se basa en el cuerpo vivo que es consciente de sí, a
su vez, este cuerpo es vibrátil (Rolnik
y Guattari), lo que conecta con la teoría de Deleuze y la intensidad como proceso
de <campo magnético> lo que lleva a una multidimensionalidad de la
experiencia encarnada. Desde el mismo Deleuze se llega a entender que el cuerpo
de la experiencia se compone de fuerzas de padecer o ser afectado y de fuerzas
de actuar o de afectar. El vehículo de estas fuerzas mencionadas por Deleuze es
el movimiento. Desde Serrés que habla desde la experiencia encarnada de los
alpinistas el cuerpo se conoce durante su
exposición al mundo y pone en juego sus virtualidades en las más intensas
actividades (p. 183).
Desde las
fuerzas o potencias, anteriormente mencionadas, el cuerpo de la experiencia
como fuerza o potencia qué estarían en relación y variación, se ve que la
Educación Corporal puede activar, a partir de las prácticas corporales (imagino
juegos y danzas) acontecimientos que
permitan conectar la multiplicidad de afectos y producir heterogeneidades (p.
183). Bajo esta lógica se llega a hablar de un cuerpo superficie que es
cuando un cuerpo de la experiencia aumenta al ser afectado. En consecuencia,
esta vez, se habla de cuerpo en
performance, que hace alusión a la creación procesual que es provisional, abierto, expuesto,
finito, sensible y reflexivo. De esta forma, a modo de explicación:
Podemos decir que la Educación Corporal convoca al performance de un cuerpo de la
experiencia cuando nos incita a asumir procesos de subjetivación, de creación
procesual sobre sí mismos y nuestra relación con el mundo, convirtiéndonos en performer con posiciones abiertas,
reflexivas, críticas y disposiciones para la auto-observación, la resonancia
con lo orgánico y la experimentación (p. 183).
Por último, se ve el cuerpo de la experiencia como una red plástica, contingente e inestable de fuerzas en relación de tensión
(p.184). Y, desde la Educación Corporal, un cuerpo de la experiencia
convoca su potencia en el movimiento para formar o transformar nuestras propias
sensibilidades (p.184).
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